Éste se llama Uruk-Khan. Nacido en las Tierras Oscuras, fue criado como gladiador entre los enanos del Caos y fue abriéndose paso a pura violencia hasta que finalmente lideró una revuelta de esclavos que casi destruye el imperio de sus amos. En la actualidad comanda una horda de pieles verdes y representa una inminente amenaza para los pueblos del Viejo Mundo (si logra toparse con un paso entre las Montañas del Fin del Mundo).
Uruk-Khan fue encargado por eBay a la empresa Reaper, una compañía texana que produce miniaturas de wargames. Pertenece a la colección Warlords, que vendría a ser como el warhammer propio de Reaper. Desgraciadamente nadie me paga por hacer este chivo pero la calidad de la empresa americana nada tiene para envidiarle a los británicos de Games Workshop. En cuanto a tamaño, es una miniatura grande con una altura aproximada de 5 cms.
Uruk-Khan fue pintado en aproximadamente 4 horas, utilizando el kit básico de Citadel. Para las sombras se utilizó la pintura negra del kit y se mojó el pincel para diluirla y esparcirla hacia los recesos. De esta forma se suplió la falta de una tinta para armaduras del kit.
El color dorado que viene con el kit Citadel, denominado Balthazaar Gold, deja bastante que desear. Es muy líquido y no se fija en las puntas y otras partes sobresalientes. La base no fue pintada porque el kit no trae un buen verde para pintar pasto, para lo único que sirve es para pintar piel de orco y si se lo quiere mezclar para el color apropiado hay que ponerle blanco y amarillo. O sea, un desperdicio de pintura.
Como se dijo antes, esta miniatura no pertenece a la colección de Warhammer, pero pasa perfectamente por un orco negro si pasamos por alto ciertos detalles faciales como los rasgos porcinos. Ideal para liderar una unidad de éstos, es todo lo que un orco debió ser siempre: un patova con un hacha a dos manos.
No va muy bien para Mordheim porque está demasiado bien equipado e implicaría mucho tiempo de juego para que un héroe tenga esa armadura. Tampoco deja mucha flexibilidad para equiparlo con otro tipo de armas.
Sirve muy bien como villano en un RPG, en caso de que se opte por jugar con miniaturas claro. Sería un gran boss para una banda de orcos y goblins aunque es un desperdicio utilizar una miniatura con tanto nivel de detalle para un enemigo que matás una vez y después no usás nunca más.
El mejor uso que se me ocurre es agarrar el Warhammer Quest original -el mejor- y tunear un poco las reglas para usar un orco negro en un grupo de aventureros "malos" (con un asesino Skaven, un nigromante y una bruja elfa oscura, por ejemplo).
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